sábado, 28 de julio de 2012

Solo un minuto

"Le miré en silencio, una vez más; suplicantes gestos desesperados, eso expresaba mi rostro, le miré con un fulgor callado, con estupor por el resquicio de mi corazón, pausado, sufrido, intolerante a una lágrima más, un grito que se convirtió en sollozo, un sollozo que fue un quejido, luego un silencio ensordecedor, pesado, doloroso, coloque una flor sobre mi cabello, orquídea, tu favorita, irrelevante, la coloque sobre tus manos y te dije te amo como ningún ser fue capaz de hacerlo; quiero creer que me escuchas aunque no diga nada y mis labios no se muevan, ahora solo te pido un minuto, solo uno, para extrañarte y también, para llorar".

No hay comentarios:

Publicar un comentario